El síndrome postvacacional es un estado de ánimo negativo que experimentan algunas personas al reincorporarse a sus actividades laborales después de un periodo de vacaciones

El síndrome postvacacional es un estado de ánimo negativo que puede durar varios días. Lo pueden sufrir algunas personas cuando se incorporan a su actividad laboral tras estar de vacaciones. Es, por lo tanto, en este mes de septiembre, con la reincorporación masiva a la rutina, cuando más personas pueden padecerlo.

¿Qué síntomas se pueden experimentar con este síndrome?

  • Fatiga: sensación de cansancio extremo.
  • Desmotivación: falta de interés por el trabajo.
  • Tristeza o depresión leve: sentimientos de melancolía o tristeza.
  • Irritabilidad: tendencia a estar más irritado de lo habitual.
  • Ansiedad: nerviosismo y preocupación excesiva.
  • Dificultad para concentrarse: problemas para mantener la atención y la productividad.

¿Cuáles son las causas que pueden originarlo?

  • Cambio brusco de rutina: pasar de un periodo de descanso y ocio a uno de trabajo intenso.
  • Estrés laboral: volver a enfrentarse a tareas y responsabilidades que pueden ser percibidas como abrumadoras.
  • Insatisfacción laboral: si una persona no está satisfecha con su trabajo, el retorno puede ser aún más difícil.

¿Qué pueden hacer las personas trabajadoras para prevenir el síndrome postvacacional?

Nadie quiere terminar sus vacaciones y volver a la rutina. Pero es necesario ser consciente de que esto va a ocurrir para evitar caer en el síndrome postvacacional. Por ello, te recomendamos:

  • Planificar el retorno: volver de las vacaciones unos días antes para adaptarse poco a poco a la rutina.
  • Organizar el trabajo: empezar con tareas más sencillas y planificar gradualmente las actividades más complejas.
  • Mantener actividades recreativas: continuar con pasatiempos y actividades que se disfrutan fuera del trabajo.
  • Ejercicio físico: realizar actividad física regularmente para reducir el estrés.
  • Buen descanso: asegurarse de tener un sueño de calidad y suficiente.
  • Alimentación saludable: comer de forma equilibrada para mantener la energía y el bienestar general.

¿Qué pueden hacer las empresas?

Un enfoque integral en el bienestar laboral no solo debe considerar la prevención de riesgos físicos, químicos y biológicos, sino también deben incluirse los psicosociales, que suelen ser los grandes
olvidados. El síndrome postvacacional entraría dentro de los riesgos psicosociales y, como tal, debe ser tenido en cuenta para implementar las medidas y poder así, controlarlo.

Algunas normas que deben seguir para mitigar el riesgo que puede provocar el síndrome postvacacional pueden ser:

  • Apoyo psicológico: ofrecer servicios de apoyo psicológico o coaching para ayudar a los empleados a manejar el estrés y la transición postvacacional.
  • Fomento del bienestar: crear un ambiente de trabajo positivo que fomente el bienestar emocional y físico de los trabajadores.
  • Comunicación abierta: mantener una conversación abierta y fluida entre empleados y empleadores para detectar y abordar cualquier problema relacionado con la reincorporación al trabajo.

Implementar estas estrategias puede mejorar significativamente la satisfacción y el bienestar de las personas trabajadoras. Se reduce así el impacto del síndrome postvacacional y se asegura un entorno de trabajo seguro y saludable.

Desde USO, reiteramos la importancia de los riesgos psicosociales y su incidencia en la seguridad y salud de las personas trabajadoras. Por eso, exigimos que sean considerados riesgos laborales al mismo nivel que pueden serlo los físicos o químicos, y que tengan la misma presencia en la gestión de la empresa para poder gozar de seguridad y salud laboral integral.